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Sueños

El soñador despertò en las arenas grises de un Circo. Se desprendiò del Visor de Imàgenes Auto-generados y esperò la llegada de un tècnico del Sistema de Soporte.

Su sueño de evasiòn habìa fracasado por problemas tècnicos. Contrariado, el Soñador rogò que su sueño pudiera ser recuperado.

Mientras esperaba la llegada del Tècnico, se dedicò a recorrer la existencia de la que habìa querido escapar. Descubriò con desilusiòn que era un payaso trashumante de vida irrelevante, asì que deseò con desesperaciòn la restauraciòn de su sueño.Se llenò de una gran sorpresa cuando viò aparecer no aun tècnico, sino a su Asesor, un ejecutivo de rango intermedio, antipàticamente pulcro y distante.

-Quiero recuperar mi sueño- exigiò el Soñador.

-Me temo que eso es imposible, mìster Dick- respondiò el Asesor con muestras de extremada cortesìa, absolutamente profesional.

El Soñador se exasperò:

-Escuche... soy un infeliz payaso de circo de barrio...Debo salir de aquì, necesito recuperar mi sueño...

-Ese es precisamente el problema, mìster Dick. Usted no esun simple payaso de circo. Esto es sòlo un sueño generadopor usted, a partir de  nuestra consola P.E. 2030, de hace cinco años.

-¿Què?- el Soñador estaba desconcertado.

-Efectivamente, mìster Dick, hace cinco años usted era usuario de nuestra consola de sueños autogenerados, con la que soñaba ser un payaso errante. Con la puesta en el mercado de una nueva consola mejorada, usted quiso adquirir un nuevo sueño y, como ya es costumbre en usted, nos pidiò hacerlo a partir de su sueño de payaso para evitar tener que desconectarse del Sistema de Apoyo y evitarse todo el papeleo que ello conlleva...

-¿Còmo ya es costumbre? ¡Quiere decir...?-balbuceò el Soñador.

-Asì es. Usted ha estado usando nuestras consolas por màs de treinta años, saltando de un sueño a otro, a medida que la tecnologìa avanza...

-¿Màs de treinta años?-gimiò anonadado-. Pero...¿la joven de la que me enamorè?, ¿las oportunidades que perdì?...

-Todo eso no son màs que meros transcursos de su sueño, mìster Dick. Le recuerdo que nuestra tecnologìa sòlo presta el servicio de soporte: todo lo demàs , el argumento del sueño, dìgamos, corre por cuenta del soñador...Puede llamarlo libre albedrìo, si le parece...

-Y si esto es un sueño...¿què hay detràs?...

El Asesor consultò su computador portatil.

-En su sueño anterior usted fue un oscuro revolucionario en una repùblica del sur...Debo reconocer que sus sueños son modestos, mìster Dick, lo cual nos facilita mucho el trabajo...

-¿Y detràs de eso?

-Con nuestra consola P.E. 2027 usted formaba parte de un grupo de ladrones de banco...y antes de eso- se adelantò el Asesor- con nuestras consolas anteriores usted fue, sucesivamente, Guerrero, Amante, Trovador... Al parecer , està usted dispuesto a afrontar todos los arquetipos programables...

El Soñador a punto de derrumbarse, gimoteò:

-¿Y detràs de todo eso? ¿Què hay detràs de todos mis sueños?

La prestancia profesional del Asesor se descompuso ante la desesperaciòn real de su cleintey, por un segundo, apreciò como lo que en realidad era, un hombre tan cansado como el que màs. Pero se recuperò en seguida y consultò su computador, tan pequeño que le cabìa en un bolsillo.

-Bueno...me veo obligado a recordarle que hace exactamente treinta y un  años, usted firmò un contrato con nuestra compañìa, mediante el cual, su identidad, su cuerpo y sus sueños pasaban a formar parte de nuestros activos. Desde entonces, la compañìa se ha encargado de suministrarle el soporte tècnico para que usted pudiera dedicars a soñar con entera libertad... Nosotros, a cambio, obtenìamos todos los datos necesarios para mejorar el producto y el servicio...Sin embargo, usted ha sido un soñador durante tanto tiempo que su cuerpo ya no resistirìa sino un sueño màs, y de hecho, ni siquiera estamos seguros de que otro sueño sea recomendable...

-Pero dìgame, ¿quièn soy entonces?- gritò el Soñador al borde de las làgrimas, cayendo de rodillas sobre la arena de la pista circular, bajo la mirada apagada de las gradas vacìas.

-Yo..yo relalmente no lo sè, mìster Dick. Esos datos no estàn a mi alcance. Si es tan importante para usted, podrìa pasar una peticiòn por escrito que serà cuidadosamente estudiada y respondida dentro de los tèrminos...

El Soñador se levantò, clavò sus ojos inyectados en sangre en el Asesor y se sintiò henchir de odio. Con fiera presteza saltò sobre el ejecutivo inerme y extinguiò su aliento con las manos. Pero una fuerte luz roja y un timbre de alarma resonaron en su cabeza, haciendolo rodar por el suelo junto a su vìctima...

Un tècnico vestido de blanco irrumpiò en una impoluta habitaciòn de hospital y manipulò los aparatos de soporte, colocados junto a la cama en que yacìa mìster Dick, manipulandolos hasta normalizar los signos vitales.

Un pàlido Asesor entrò en la habitaciòn cuando todo hubo terminado:

-Esta vez haido uste demasiado lejos, mìster Dick. Estuvimos a punto de perderlo...-reprochò.

-No se preosupe, Aldiss- sonriò tristemente mìster Dick-, el antifaz del asesino era la ùnica y ùltima màscara que me quedaba por probar...

-Espero que lo haya disfrutado- dijo, con una frìa e indiferente cortesìa.

-Al cien por ciento-exclamò mìster Dick.

Aldiss tragò saliva y saliò del cuarto. Mìster Dick le hizo un guño al tècnico, quièn soltò una sonora carcajada.

-Y ahora , Gibson,-continuò mìster Dick-, desconecte todo mi soporte vital, por favor...

10-XI-05

Bufòn.

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