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Guarderìa

Guarderìa

Guarderìa Infantil.  Sala de Condicionamiento Neo-Pavloviano (...)

Media docena de enfermeras (...) se hallaban atareadas disponiendo jarrones con rosas en una larga hilera, en el suelo.  (...)

-Coloquen los libros-ordenò el director.

(...)  Entre los jarrones de rosas, los libros fueron debidamente dispuestos (...)

-Y ahora traigan a los niños.

Las enfermeras se apresuraron a salir de la sala y volvieron al cabo de uno o dos minutos; cada una de ellas empujaba una especie de carrito de tè muy alto, con cuatro estantes de tela metàlica, en cada uno de los cuales habìa un crìo de ocho meses. (...)

-Pònganlos  en el suelo

(...)

Los chiquillos inmediatamente guardaron silencio, y empezaron a arrastrarse hacia aquellos muros de colores vivos (...) Los màs ràpidos ya habìan alcanzado su meta. (...)

La enfermera jefe, que estaba de pie junto a un cuadro de mandos (...), bajò una pequeña palanca.

Se produjo una violenta explosiòn. Cada vez màs aguda, empezò a sonar una sirena.

(...)...La enfermaera jefe pulsò otra palanca. Los chillidos de los pequeños cambiaron sùbitamente de tono. (...) Sus cuerpecitos se retorcìan y cobraban rìgidez (...)

-Podemos electrificar toda esta zona del suelo- gritò el director, como explicaciòn. -Pero ya basta.

(...)

-Vuelvan a ofrecerles las flores y los libros.

Las enfermeras obedecieron; pero ante la pròximidad de las rosas, y a la sola vista de las  alegres y coloridas imàgenes (...), los niños se apa rtaron con horror.

(...)

-Creceràn con lo que los psicòlogos solìan llamar un odio "instintivo" hacia los libros y las flores. Reflejos condicionados definitivamente.

Aldous Huxley.

Un mundo feliz.

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