Gollum

No muy lejos estaba su isla (...); y allì, en un escondrijo, guardaba algunas sobras miserables y una cosa muy hermosa, (...) Tenìa un anillo, un anillo de oro, (...)
Lo querìa porque era un anillo de poder, y si os lo ponìais en el dedo, erais invisibles. Sòlo a plena luz del sol podrìan veros, y sòlo por la sombra, temblorosa y tenue.(...)
Pero nadie sabe còmo Gollum habìa conseguido aquel regalo, hacìa siglos, en los viejos dìas cuando tales anillos abundaban en el mundo. Quizà ni el propio Amo que los gobernaba a todos podìa decirlo.
J R R Tolkien.
El Hobbit.
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