El Anillo
En seguida sonó un aullido que helaba la sangre, un grito de odio y desesperación. Gollum estaba derrotado. (...) Había perdido su presa, y había perdido también la única cosa que había cuidado alguna vez, su precioso. El aullido dejó a Bilbo con el corazón en la boca.
-¡Ladrón (...)! ¡Bolsón! ¡Lo odiamos, (...) lo odiamos para siempre!
J R R Tolkien.
El Hobbit.
0 comentarios