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Wintermute

Wintermute

El teléfono más cercano se puso a sonar.
Contestó automáticamente.
-¿Sí?
Tenues frecuencias armónicas, vocecitas inaudibles que carraspeaban a través de algún
enlace orbital, y luego un sonido como de viento.
-Hola, Case.
(...)
-Wintermute, Case. Ya es hora de que hablemos.
Era una voz de microprocesador.
-¿No quieres hablar, Case?
Colgó.
Cuando regresaba al vestíbulo, olvidados los cigarrillos, tuvo que caminar a lo largo de la fila de teléfonos. Todos sonaron sucesivamente, pero sólo una vez, a medida que pasaba.

Neuromante.

William Gibson.

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