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Los Restituyentes

Los Restituyentes
 
Cuando la antigua raza de los Restituyentes arribó a la Tierra, la visión de un mundo ferozmente destruido auguró pocas esperanzas de que valiera la pena restituir a la especie causante de tal devastación.

De todas maneras, más por meticulosidad en el trabajo que por convicción, se pusieron manos a la obra en su incansable labor de reconstruir vidas apagadas.

Era poco lo que quedaba, y estos fragmentos aislados rsultaban casi imposibles de situar dentro de una imagen general, que permitiera la comprensión de la extirpe desaparecida.

No obstante consiguieron arrebatarle a la muerte y al olvido parte del botín cosechado. Los primeros seres abocados a la recreación a partir del último instante antes de la destrucción, despertaban presas de la angustia, los ojos desorbitados, la boca podrida en alaridos. No tardaban en morir, víctimas de su propia desesperación.

Los Restituyentes se encontraron perplejos. Al parecer estos seres no tenían ninguna motivación para aferrarse. Pensaron que quizás en criaturas de fisilogía ten endeble, la aniquilación total debió resultar traumática, así que en los siguientes intentos los seres fueron recreados a partir de momentos más alejados del apocalipsis final. Pero los resultados fueron iguales. Los seres se eclipsaban hasta borrarse. Desconsolados, los Restituyentes estaban a punto de abandonar, cuando uno de Ellos descubrió material escrito. Se trataba de unos pocos folios apenas conservados. No fué díficil comprenderlos ya que las formas comunicativas del planeta habían estado vagando por el espacio durante mucho tiempo.

Las páginas ajadas hablaban de un sentimiento llamado amor, que instalaba al sujeto en la esperanza de la trascendencia, del rompimiento de los límites individuales para unirse en uno con el objeto de su amor, trasgrediendo dimensiones de espacio y tiempo.

Dada que la suya era una sociedad más que todo científica y tecnológica, un entendimiento como este era para Ellos no sólo extraño sino además tentador.

De vuelta al trabajo, restituyeron a todos los seres encontrados alrededor del del punto en que fueron hallados los documentos y,una vez despiertos, interrogados al respecto. Nadie parecía saber nada y se marchitaban sin ganas de luchar.

No obstante, al fin encontraron a un hombre que pareció interesado. Los Restituyentes le mostraron las hojas de papel para que revelara su significado.

Él las miró extraviado...

-Lo que tienen aquí-explicó- no son una muestra de escrituras sagradas ni legislaciones ni novelizaciones que regían nuestras vidas... Esto ahora lo recuerdo, son cartas devueltas que envié a una joven a la que juré amar toda la vida, pero a la que abandoné causandole un gran dolor...

El ser no dijo nada más y languideció hasta extinguirse.

Los Restituyentes regresaron a sus naves, decepcionados de que, una vez más, habían sido burlados en sus intenciones...

Bufón

29-10-05/17-04-07

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