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Un cuento de navidad

Un cuento de navidad

Mateo,2,2,guiòn,4

Un cuento de Navidad

Gyord sabìa que ellos creìan ser lo que no eran. siempre en la misma època cada año, se preguntaba el porquè de todo aquello.

(...)

Con la seguridad de alguien que sabe lo que hace, se dirigiò a los controles y apretò los contactos uno y dos, La cùpula de la Torre de Control tornòse sùbitamente transparente. (...)Blanca y  brillante, aureolada por la cùpula invisible, la ciudad era bella.

(...) Una asociaciòn vertiginosa de imàgenes, olores viejos, risas y canciones olvidadas le recordò la inminencia de la Navidad.

Inùtilmente buscò en su mente el significado perdido. La palabra repercutiò en sus circuitos sin encontrar màs respuesta que  los conceptos ligados al hàbito y la costumbre.

(...)

Desde la Torre de Control, Gyord mirò el panorama rutilante que ofrecìa la inmensa ciudad e inevitablemente sintiò una profunda nostalgia de algo que no pudo definir(...) ¿Cuàl era el significado  de ese derroche de colores, de los pesebres encendidos? ¿Por què año tras año repetìan todo aquello? ¿Por què? ¿Para quièn?

Porque hacìa mucho tiempo que los hombres habìan desaparecido de la Tierra.

Ahora los de su pueblo se tomaban por lo que no eran, creìan ser seres humanos y seguramente ignoraban la existencia de Gyord mismo y de los Supervisores, aislados en sus torres de mando.

(...) Entonces, con un gesto decidido conectò el contro automàtico(...)

Saliò a la calle y se mezclò con ellos.

Detuvo a un transeùnte, un androide viejo que caminaba lentamente.

(...)

-¿Què es la Navidad, señor?

(...)

-No lo recuerdo.

(...)

...Durante ocho dìas con sus noches vagò por la ciudad observando el espectaculo de la amnesia colectiva y sintiò piedad por las màquinas que se semejaban  hombres.

(...) Levantò la mirada hacia el firmamento nocturno.Màs allà de la cùpula gigante, otros mundos enviaban la luz de un pasado remoto hasta la tierra sin amos.

Tal vez de ahì vendrìan tarde o temprano otros seres que recordaran el sentido de la Navidad.

(...)

Una luz màs brillante que las otras llamò su atenciòn. La estrella azulada parecìa aumentar de tamaño, mientras se desplazaba inusitadamente de Oriente  a Occidente. (...)

"Tal vez regresen", pensò, mientras echaba a andar.

Entonces los viò: tres siluetas majestuosas caminando hacia èl. Su corazòn sintètico se llenò de esperanza. Uno de los tres Reyes Magos, el negro, preguntò con voz càlida:

-¿Dònde està el nacido Rey de los Judìos? Porque nosotros vimos  en Oriente su estrella y  hemos venido con el fin de adorarle.

Pero luego, casi en un susurro que permitìa intuir el juego de los engranajes, agregò:

-Mateo, capìtulo dos, versìculo dos, guiòn, cuatro.

Renè Rebetez.

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