Fantasmas
Al final, la ciudad se conviertió en el hábitat marchito de una marea en constante movimiento de desposeídos fantasmas grises; algunos como jirones de telas sucias aleteando con el viento; otros como pedazos de papel o restos de bolsas de pasabocas arrastrados calle abajo; unos más como pequeñas nubes negras del humo del escape de un motor a gasolina, barridos por el viento...
Bufón.
04-05-07
0 comentarios