Blogia
barad-dur

Relatos de Julio Garmendia

El cuento ficticio

Hubo un tiempo en que los héroes de historia éramos todos perfectos y felices al extremo de ser completamente inverosímiles. Un día vino en que quisimos correr tierras, buscar aventuras y tentar la fortuna, y andando y desandando de entonces acá, así hemos venido a ser los descompuestos sujetos que ahora somos, que hemos dado en el absurdo de no ser absolutamente ficticios, y de extraordinarios que éramos nos hemos vuelto verosímiles, y aún verídicos, y hasta reales…

 

El alma

Qué viene a buscar el Diablo en mis aposentos?  ¿Y por qué se toma la molestia de tentarme? (…) Nunca requerí su presencia para caer en pecado. En cambio, seguramente viven a estas mismas horas personas suficientemente virtuosas  para que pueda el Maligno ocuparse con fruto de inducirlas a pecar. Existen sin duda muchas gentes honradas que muy bien pudieran ser digna ocupación del diablo…

Julio Garmendia.

La tienda de muñecos. Monte Avila Latinoamericana, C. A., Caracas, 1980

0 comentarios