Blogia
barad-dur

mechanix

Case

Case

Esto era lo que èl era. Olvido comer. (...) A veces se resistìa a tener que dejar el tablero para utilizar el inodoro quimico que habia instalado en un rincon de la buhardilla. En la pantalla se formaban y volvian a formarse dibujos de hielo mientras èl tanteaba en busca de brechas, esquivaba las trampas màs obvias y trazaba la ruta que tomarìa a travès del hielo de la Senso/Red (...) Estaba entrando. Estaba trabajando. Perdiò la cuenta de los dìas.

William Gibson.

Neuromante

Ciberespacio

Ciberespacio

El ciberespacio. Una alucinaciòn consensual experimentada  diariamente por billones de legìtimos operadores, en todas las naciones, por niños a quienes se  enseña altos conceptos matemàticos... Una representaciòn gràfica de la informaciòn abstraìda de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Una compeljidad inimaginable. Lìneas de luz clasificadas en el no-espacio de la mente, conglomerados y constelaciones de infinito. Como las luces de una ciudad que se aleja.

William Gibson.

Neuromante.

Matriz

Matriz

La matriz tiene sus raìces en lñas primitivas galerìas de juego (...), en los primeros programas gràficos y en la experimentaciòn militar con conexiones craneales.

William  Gibson.

Neuromante.

Wintermute

Wintermute

-Un mensaje para tì, Case.

(...)

-Este es el mensaje. Wintermute (...)

-¿Lo envìas tù? (...)

-(...) Te lo envìan.

-¿Quièn?

-Wintermute.- repitiò Yonderboy (...)

-Muy listo- dijo el finlandès-. Es una IA.

(...)

-Berna (...). Tiene ciudadanìa suiza limitada, segùn el equivalente del Acta del 53. Fue construido para la Tessier-Ashpool S.A. La tesier es propietaria del modelo y tambièn del software original.

(...)

-Wintermute es el còdigo de reconocimiento de una IA. (...) Inteligencia Artificial.

-Todo eso està muy bien- dijo Molly-, pero ¿a què nos lleva?

-Si Yonderboy no se equivoca- dijo el finlandès-, la IA està detràs de Armitage.

William Gibson.

Neuromante.

 

Dixie Fatline

Dixie Fatline

(Case) Había sido entrenado por los mejores, por McCoy Pauley y Bobby Quine, leyendas en el negocio. (...)

_ (...) ¿Has trabajado alguna vez con los muertos?

-No.-Case miró su reflejo en las gafas (de Molly).

 (...)

-¿Sabes que el Dixie Fatline está muerto?

Él asintió.-El corazón, oí decir.

-Tú vas a trabajar con su estructura.- Sonrió - Te enseñaron todos los trucos, ¿eh? Él y Quine.

(...)

-¿Alguien tiene un registro de McCoy Pauley? ¿Quién? (...) No me lo puedo imaginar. Nunca se lo habría dejado hacer.

-Senso/Red. Le pagaron una mega (...)

(...)

-Bueno, si podemos conseguir al Fatline, hemos ganado. Era el mejor. ¿Sabes que tuvo tres muertes cerebrales?

(...)

Trastornaba pensar en el Fatline como una estructura: una casette de circuitos ROM que reproducía  las habilidades, obsesiones y reflejos de un muerto...

William Gibson.

Neuromante.

 

El Finlandés

El hombre que apareció en la puerta detrás de ellos (...), parecía haber sido diseñado en un túnel de viento. Tenía las orejas muy pequeñas, aplastadas sobre un cráneo estrecho,, y los grandes dientes, revelados por algo que no era del todo una sonrisa, estaban acentuadamente inclinados hacia atrás.

(...)

-El finlandés es un antiguo contacto. Una fachada sobre todo. Software. (...) Pero hice que Armitage le dejara ser nuestro mecánico aquí, así que más tarde, cuando lo veas, tú nunca lo has visto. ¿Entiendes?

(...)

El finlandes era un traficante de bienes robados, sobre todo de software.

William Gibson.

Neuromante.

Una chica trabajadora

Una chica trabajadora

(...) Los lentes eran azogue vacìo; lo contemplaban con una calma de insecto.

-Eres un samurai callejero- dijo Case-. ¿Desde cuando trabajas para èl?

-Un par de meses.

-¿Y antes de eso?

-Para otra persona. Una chica trabajadora, ¿sabes?

Èl asintiò.

William Gibson.

Neuromante.

La propuesta de Armitage

La propuesta de Armitage

-¿Què dirìas si te aseguro que podemos corregir tu desperfecto neuronal, Case?

(...)

-Dirìa que estàs lleno de mierda.

Armitage asintiò.

-Luego te preguntarìa cuàles son tus condiciones.

-No muy distintas de las que tienes por costumbre, Case.

William Gibson.

Neuromante.

Un cuento de navidad

Un cuento de navidad

Mateo,2,2,guiòn,4

Un cuento de Navidad

Gyord sabìa que ellos creìan ser lo que no eran. siempre en la misma època cada año, se preguntaba el porquè de todo aquello.

(...)

Con la seguridad de alguien que sabe lo que hace, se dirigiò a los controles y apretò los contactos uno y dos, La cùpula de la Torre de Control tornòse sùbitamente transparente. (...)Blanca y  brillante, aureolada por la cùpula invisible, la ciudad era bella.

(...) Una asociaciòn vertiginosa de imàgenes, olores viejos, risas y canciones olvidadas le recordò la inminencia de la Navidad.

Inùtilmente buscò en su mente el significado perdido. La palabra repercutiò en sus circuitos sin encontrar màs respuesta que  los conceptos ligados al hàbito y la costumbre.

(...)

Desde la Torre de Control, Gyord mirò el panorama rutilante que ofrecìa la inmensa ciudad e inevitablemente sintiò una profunda nostalgia de algo que no pudo definir(...) ¿Cuàl era el significado  de ese derroche de colores, de los pesebres encendidos? ¿Por què año tras año repetìan todo aquello? ¿Por què? ¿Para quièn?

Porque hacìa mucho tiempo que los hombres habìan desaparecido de la Tierra.

Ahora los de su pueblo se tomaban por lo que no eran, creìan ser seres humanos y seguramente ignoraban la existencia de Gyord mismo y de los Supervisores, aislados en sus torres de mando.

(...) Entonces, con un gesto decidido conectò el contro automàtico(...)

Saliò a la calle y se mezclò con ellos.

Detuvo a un transeùnte, un androide viejo que caminaba lentamente.

(...)

-¿Què es la Navidad, señor?

(...)

-No lo recuerdo.

(...)

...Durante ocho dìas con sus noches vagò por la ciudad observando el espectaculo de la amnesia colectiva y sintiò piedad por las màquinas que se semejaban  hombres.

(...) Levantò la mirada hacia el firmamento nocturno.Màs allà de la cùpula gigante, otros mundos enviaban la luz de un pasado remoto hasta la tierra sin amos.

Tal vez de ahì vendrìan tarde o temprano otros seres que recordaran el sentido de la Navidad.

(...)

Una luz màs brillante que las otras llamò su atenciòn. La estrella azulada parecìa aumentar de tamaño, mientras se desplazaba inusitadamente de Oriente  a Occidente. (...)

"Tal vez regresen", pensò, mientras echaba a andar.

Entonces los viò: tres siluetas majestuosas caminando hacia èl. Su corazòn sintètico se llenò de esperanza. Uno de los tres Reyes Magos, el negro, preguntò con voz càlida:

-¿Dònde està el nacido Rey de los Judìos? Porque nosotros vimos  en Oriente su estrella y  hemos venido con el fin de adorarle.

Pero luego, casi en un susurro que permitìa intuir el juego de los engranajes, agregò:

-Mateo, capìtulo dos, versìculo dos, guiòn, cuatro.

Renè Rebetez.

Armitage

Armitage

-Me llamo Armitage (...) Eres demasiado joven para recordar la guerra (...)

Puño Estridente. Ya has oìdo el nombre.

-Una especie de operaciòn, ¿verdad?. Para tratar de romper el nexo ruso con los programas virales. (...)

-Eres un vaquero de consola. Los prototipos de los programas que usas para entrar en bancos industriales fueron desarrollados para Puño Estridente (...) Estabamos programando un virus llamado Topo. La serie Topo fue la primera generaciòn de verdaderos programas de intrusiòn.

-Rompehielos -dijo Case.

-Hielo, de ICE, intrusion countermeasures electronics; electrònica de las contramedidas de intrusiòn.

(...) Yo estaba allì cuando ellos inventaron tu especie.

Neuromante.

William Gibson.

Molly

Molly

-Creo que estás jodido, Case.. Aparezco y directamente me encajas en tu imagen de la realidad.

-Entonces, ¡qué quiere usted, señora? (...)

-A tí. Un cuerpo vivo, sesos aún relativamente intactos. Molly, Case. Me llamo Molly. Te he venido a buscar de parte del hombre para quien trabajo. Sólo quiere hablar, eso es todo.

Nadie quiere hacerte daño.

-Que bien.

-Sólo que a veces hago daño a la gente, Case. Supongo que tiene algo que ver con mis circuitos. (...)

-Eh, yo siempre me porto bien. (...)

- Formidable (...)  Porque si te pasas de listo y tratas de engañarme, correrás uno d elos riesgos más estúpidos de tu vida.

Extendió las manos, (...) y con un sonido metálico apanas perceptible, diez cuchillas de bisturí de doble filo y de cuatro centimetros de largo salieron de sus compartimientos bajo las uñas rojas.

Neuromante.

William Gibson.

Chiba city

Chiba city

Ya los japoneses habían olvidado más de neurocirugía de lo que los chinos habían sabido nunca. Las clínicas negras de Chiba eran lo más avanzado: cuerpos enteros reconstruidos mensualmente, y con todo, aun no lograban reparar el daño que le habían inflingido en aquél hotel de Memphis.

Un año allí y aún soñaba con el ciberespacio, la esperanza desvaneciéndose cada noche. Toda la cocaína que tomaba, tanto buscarse la vida (...), y aún veía la matriz durante el sueño: brillantes reticulados de lógica desplegándose sobre aquél incoloro vacío...

William Gibson.

Neuromante.

La caìda

La caìda

Le dañaron el sistema nervioso con una micotoxina rusa (...)
El daño fue mínimo, sutil, y totalmente efectivo.
Para Case, que vivía para la inmaterial exultación del ciberespacio, fue la Caída. En los bares que frecuentaba como vaquero estrella, la actitud distinguida implicaba un cierto y desafectado desdén por el cuerpo. El cuerpo era carne. Case cayó en la prisión de su propia carne.


Neuromante


William Gibson.

Error clàsico

Error clàsico

(Case) Cometió el error clásico (...) Robó a sus jefes. (...) Aún no sabía con certeza cómo fue descubierto, aunque ahora no importaba. Esperaba que lo mataran, entonces, pero ellos sólo sonrieron (...)

Le dañaron el sistema nervioso con una microtoxina rusa de los tiempos de la guerra.

Neuromante.

William Gibson.

Case

Case

Ladrón, trabajaba para otros:  ladrones más adinerados, patrones que proveían el exótico software requerido para atravesar los muros brillantes de los sistemas empresariales, abriendo ventanas hacia los ricos campos de la información.

Neuromante.

William Gibson.

Case

Case  tenía veinticuatro años. A los veintidós, había sido vaquero, un cuatrero, uno de los mejores del Ensanche (...) Operaba en un estado adrenalínico alto y casi permanente, un derivado de juventud y destreza, conectado a una consola de ciberespacio hecha por encargo que proyectaba su incorpórea conciencia en la alucinación consensual que era la matriz.

William Gibson.

Neuromante.

La muerte del hombre

La muerte del hombre

Y al final, justo antes de que él arrojase por última vez el filamento, le ví algo en la cara, una expresión que no parecía encajar es ese sitio. No era miedo ni era rabia. Creo que era incredulidad.

(...)Acortó el filamento; el disco fantasmal se redujo al tamaño de un plato mientras él alzaba el brazo por encima de la cabeza y lo bajaba de golpe. (...)

El Piso llevó a Molly hacia abajo; la molécula le pasó justo por encima de la cabeza; el Piso dió un coletazo y alzó al hombre hasta la trayectoria de la molécula. Tendría que haberle pasado inofensivamente por encima y regresar a su cuenca (...) Le amputó la mano por detrás de la muñeca. Estaba frente a una abertura del Piso, y pasó por ella como un clavadista, con una extraña elegancia deliberada, un kamikaze derrotado rumbo a Nighttown. En parte, creo, hizo aquel salto para darse unos segundos de digno silencio.

Johnny Mnemonic.

William Gibson.

Molly y el hombre

Molly y el hombre

Molly saltó al Piso (...)

Ella se había quitado la chaqueta de cuero y las botas; la camiseta no tenía mangas, y a lo largo de aquellos delgados brazos aparecían tenues indicios de circuitos de Chiba City.¨

Él (...) se sacó la punta del pulgar con la elegancia de un hombre acostumbrado a los gestos de sociedad y se lo lanzó a Molly. Bajo las lámparas, el filamento fue un refractario hilo de arcoiris.

Ella se tiró al suelo, rodó  y se levantó de un salto después de que la molécula pasara casi rozandola con un silbido de latigazo; las garras de acero chasquearon hacia la luz en lo que debe de haber sido un automático rictus de defensa.

Johnny Mnemonic

William Gibson.

El Piso Mortal

El Piso Mortal

El Piso Mortal tenía ocho metros de lado. Un gigante había enhebrado cables  de acero psaándolos de un lado a otro por encima de un depósito de chatarra y los había estirado. Crujía al moverse, y se movía constantemente, balanceándose y torciendose (...) La madera estaba plateada por el paso de los años (..) Tenía el aspecto de haber sido montado a lo largo de generaciones.

Johnny Mnemonic

William Gibson

Johnny Mnemonic.

Johnny Mnemonic.

He pasado la mayor parte de mi vida como un receptáculo ciego que se llena con el conocimeinto de otras personas, conocimiento del que luego se me vacía: un chorro de lenguajes sintéticos que nunca comprenderé. Un chico muy técnico.

Johnny Mnemonic.

William Gibson.